martes, 13 de marzo de 2012

1 CARTA A LOS CORINTIOS. LA RESURRECCIÓN DE TODOS. 15,12-34.

     12Ahora, si de Cristo se proclama que resucitó de la muerte, ¿cómo decís algunos que no hay resurrección de muertos? 13Si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo ha resucitado, 14y si Cristo no ha resucitado, entonces nuestra predicación no tiene contenido ni vuestra fe tampoco.
             15Además, como testigos de Dios, resultamos unos embusteros, porque en nuestro testimonio le atribuimos falsamente haber resucitado al Mesías, cosa que no ha hecho si realmente los muertos no resucitan. 16Porque si los muertos no resucitan, tampoco ha resucitado el Mesías, 17y si el Mesías no ha resucitado, vuestra fe es ilusoria y seguís con vuestros pecados. 18Y, por supuesto, también los cristianos difuntos han perecido.
            19Si la esperanza que tenemos en el Mesías es sólo para esta vida, somos los más desgraciados de los hombres. 20Pero de hecho el Mesías ha resucitado de la muerte, como primer fruto de los que duermen, 21pues, si un hombre trajo la muerte, también un hombre trajo la resurrección de los muertos; 22es decir, lo mismo que por Adán todos mueren, así también por el Mesías todos recibirán la vida, 23aunque cada uno en su propio turno: como primer fruto, el Mesías; después, los del Mesías, el día de su venida; 24luego el fin, cuando entregue el reinado a Dios Padre, cuando haya aniquilado toda soberanía, autoridad y poder. 25Porque su reinado tiene que durar hasta que ponga a todos sus enemigos bajo sus pies; 26como último enemigo aniquilará a la muerte: 27pues "todo lo han sometido bajo sus pies" (Sal 8,7) (aunque cuando diga: "Todo le está sometido", se exceptuará evidentemente el que le sometió el universo). 28Y cuando el universo le quede sometido, entonces también el Hijo se sometará al que se lo sometió, y Dios lo será todo en todos.
             29De no ser así, ¿qué van a sacar los que se bautizan por los muertos? Si decididamente los muertos no resucitan, ¿a qué viene bautizarse por ellos? 30¿A qué viene que nosotros estemos en peligro a todas horas? 31No hay día que no esté yo al borde de la muerte, tan verdad como el orgullo que siento por vosotros, hermanos, gracias al Mesías, Jesús Señor nuestro. 32Si hubiera tenido que luchar con fieras en Éfeso por motivos humanos, ¿de qué me habría servido? Si los muertos no resucitan, "comamos y bebamos, que mañana moriremos" (Is 22,13).
           33Dejad de engañaros: "malas compañías estragan buenas costumbres". 34Sacudíos la modorra, como es razón, y dejad de pecar. Ignorancia de Dios es lo que algunos tienen; os lo digo para vuestra vergüenza.

EXPLICACIÓN.

12-34.      Jesús Mesías es la cabeza del cuerpo; su resurrección es la garantía de la de todos los que le han dado su adhesión. Si no hay esa fe en la conexión indestructible entre Jesús y los suyos, el mensaje propuesto no tiene sentido, ni lo tiene tampoco dar adhesión a Jesús como Mesías/Salvador. La conexión es tan fuerte que quien piense que los muertos no resucitan tiene que negar, para ser coherente, la resurrección de Jesús (12-14).

               Ahora bien, la resurrección fue el refrendo dado por Dios a la obra de Jesús; si este refrendo divino no ha existido, todo lo que se ha dicho es falso y no hay esperanza para los muertos (15-18).

              Si la salvación se limitara a esta vida, y todo terminase con la muerte, no compensaría tanto esfuerzo y tanta penalidad (cf. 4,10-13) (19). Reafirma Pablo la resurrección del Mesías/Salvador, que así puede salvar también de la muerte (20). Desarrolla Pablo la visión teológica de la doble solidaridad del género humano (cf. Rom 5,12ss); solidaridad para la muerte con el primer Adán, el que fue hecho de la tierra (cf. 15,47), y solidaridad para la vida con el Mesías Jesús, el que procede del cielo por el Espíritu que recibió (20-22). Pablo parece muy dependiente de la escatología farisea, que colocaba la resurrección al fin de los tiempos (cf. Jn 11,23-27) (23). El fin (24) era término técnico para designar el reino mesiánico; Pablo lo traslada al reino definitivo. La obra del Mesías en la historia consistirá precisamente en ir venciendo a todos los enemigos del hombre (Sal 110,1; 8,7); el último será la muerte (25-27). Situación final: la unión íntima de Dios con la humanidad (28).

              Cambio de tono. El sentido del bautismo por los muertos es dudoso; podría tratarse de que un cristiano se bautizase de nuevo en nombre de otro que había muerto antes de conocer el cristianismo (29). El hombre puede vivir arriesgando continuamente su vida por los demás sólo si tiene la certeza de que esa vida no se extingue con la muerte. Cita de Is 22,13 (30-32). Opinión de Pablo sobre lo que ocurre en la comunidad de Corinto. Malas compañías, etc. (33), verso del poeta griego Menandro; sacudíos la modorra (34), cf. Rom 13,11; Ef 5,14.        

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