lunes, 5 de marzo de 2012

1 CARTA A LOS CORINTIOS. INMADUREZ DE LOS CORINTIOS. CULTO A LA PERSONALIDAD. 3,1-23.

3         1Por mi parte, hermanos, no pude hablaros como a hombres de espíritu, sino como a gente débil, como a cristianos en la infancia. 2Os alimenté con leche, no con comida, porque no estabais para más. 3Por supuesto, ni siquiera ahora lo estáis, pues aún seguís los bajos instintos. Mientras haya entre vosotros rivalidad y discordia, ¿no es que os guían los bajos instintos y que procedéis como gente cualquiera?
             4A ver, cuando uno dice "yo estoy con Pablo" y otro "yo, con Apolo", ¿no sois como gente cualquiera? 5En fin de cuentas, ¿qué es Apolo y qué es Pablo? Auxiliares que os llevaron a la fe, cada uno con lo que le do el Señor. "Yo planté, Apolo regó, pero era Dios quien hacía crecer; 7por tanto, ni el que planta significa nada, ni el que riega tampoco; cuenta el que hace crecer, o sea, Dios. 8El que planta y el que riega hacen uno, aunque el salario que cobre cada cual dependerá de lo que haya trabajado. 9Es decir, nosotros trabajamos juntos para Dios; labranza de Dios, edificio de Dios sois vosotros.
            10Conforme al don que Dios me ha dado, yo, como hábil arquitecto, coloqué el cimiento, pero otro levanta el edificio. 11Ahora que atención cada cual a cómo construye; porque un cimiento diferente del ya puesto, que es Jesús Mesías, nadie puede ponerlo, 12pero encima de ese cimiento puede uno edificar con oro, plata, piedras preciosas, madera, heno o paja. 13Y la obra de cada uno se verá por lo que es, pues el día aquél la pondrá de manifiesto; porque ese día amanecerá con fuego y el fuego pondrá a prueba la calidad de cada obra: 14si la obra de uno resiste, recibirá su recompensa; 15si se quema, la perderá; él sí saldrá con vida, pero como quien escapa de un incendio.
           16¿Habéis olvidado que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros? 17Si uno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él, porque el templo de Dios es santo y ese templo sois vosotros.
          18Nadie se engañe: el que se las da de listo entre vosotros al modo de este mundo, vuélvase necio para ser listo de veras. 19Porque el saber del mundo es necedad a los ojos de Dios, como dice la Escritura:

             Él coge a los litos en su propia astucia (Job 5,13).

          20y en otro sitio:

            El Señor conoce los fútiles que son
            las argucias de los listos (Sal 93,11).

          21Total, que nadie ponga su orgullo en hombres, porque todo es vuestro: 22Pablo, Apolo, Pedro, el mundo, la vida, la muerte, lo presente y lo por venir, todo es vuestro; 23pero vosotros sois de Cristo y Cristo de Dios.

EXPLICACIÓN.

1-23.    Las divisiones que existen en Corinto prueban que los miembros de la comunidad no son "hombres hechos" y que no poseen el saber del Espíritu (1-2). Los bajos instintos se identifican en este caso con la rivalidad y su secuela la discordia (cf. Gál 5,20). No parecen cristianos (3).

            El partidismo no es cosa de cristianos (4). No se dan cuenta del verdadero papel de los diferentes predicadores, el de auxiliares o agentes de Dios. Se quedan en lo inmediato sin ver que todo lo que han recibido es obra del amor de Dios (5-7). Cada predicador es responsable de su trabajo (8), pero la obra es común (9).

           Trabajo sucesivo de varios predicadores. Pablo, iniciador de la comunidad de Corinto (coloqué el cimiento) (10). Una comunidad cristiana ha de estar fundada en Jesús, como persona y mensaje (11); cada predicador es responsable de lo que vaya añadiendo (oro, plata, piedras preciosas) o con materiales perecederos y de ningún valor (madera, heno, paja) (12). Llegará el día en que todo sea sometido a prueba y aparecerá la calidad de la obra (13) y la del que la hizo (14); quien lo ha hecho mal verá la ruina de su obra (15).

            Continúa la metáfora de la construcción. Era lugar común llamar a la comunidad templo "espiritual"; el que crea división destruye ese templo y él mismo se destruye. Pablo usa el lenguaje del AT, donde el efecto en el individuo del mal que comete se atribuye a castigo divino (16-17).

            Hay que renunciar a una habilidad que conduce a la intriga y a la división: volverse necio significa adoptar los valores de la cruz, que es locura o necedad para el mundo: entregarse a los demás, como Jesús. Ahí está el verdadero saber (18). Apoyo en textos del AT (19-20).


           Resumen: El cristiano no se define por su adhesión a hombres (21). En la comunidad no hay líderes, sino servidores; por eminentes que sean, los hombres, como todo lo que existe, están al servicio de los individuos, para ayudarles a realizar el proyecto de Dios. Pedro, en la forma aramea "Cefas" (22). La fidelidad del cristiano mira a su Salvador (Cristo/Mesías), como la de Jesús mira al Padre (23).

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