24¿No sabéis que en
el estadio todos los corredores cubren la carrera, pero uno solo se lleva el
premio? Corred así, para ganar. 25Además, cada contendiente se impone en todo
una disciplina; ellos para ganar una corona que se marchita, nosotros una que
no se marchita. 26Pues yo corro de esa manera, no sin rumbo fijo; boxeo de esa
manera, no dando golpes al aire; 27nada de eso, mis directos van a mi cuerpo y
lo obligo a que me sirva, no sea que después de predicar a otros me
descalifiquen a mí.
10
1Porque no quiero que
olvidéis, hermanos, que nuestros antepasados estuvieron todos bajo la nube, que
todos atravesaron el mar 2y que, en la nube y en el mar, recibieron todos un
bautismo que los vinculaba a Moisés. 3Todos también comieron el mismo alimento
profético y todos bebieron la misma bebida profética, 4porque bebían de la roca
profética que los acompañaba, roca que representaba al Mesías. 5A pesar de eso,
la mayoría no agradó a Dios, y la prueba es que fueron abatidos en el desierto.
6Todo esto sucedió para que
aprendiéramos nosotros, para que no estemos deseosos de lo malo, como ellos lo
desearon. 7No seáis tampoco idólatras, como algunos de ellos, según dice la
Escritura: "El pueblo se sentó a comer y beber y luego se levantó a
danzar" (Éx 32,6). 8Tampoco seamos libertinos, como lo fueron algunos de
ellos, y en un solo día cayeron veintitrés mil. 9Tampoco provoquemos al Señor,
como lo provocaron algunos de ellos y perecieron víctimas de las serpientes.
10Tampoco protestéis, como protestaron algunos de ellos y perecieron a manos
del exterminador.
11A ellos les sucedían estas cosas
para que aprendieran, y se escribieron para que escarmentemos nosotros, a
quienes llegan los resultados de la historia. 12Por consiguiente llegan los
resultados de la historia. 12Por consiguiente, quien se ufana de estar de pie,
cuidado con caerse.
13Ninguna prueba os ha caído encima
que salga de lo ordinario: fiel es Dios, y no permitirá él que la prueba supere
vuestras fuerzas. No, para que sea posible resistir, con la prueba dará también
la salida.
EXPLICACIÓN.
9,24-10,13. Para alcanzar
su meta, Pablo se somete a una rigurosa disciplina, como hacen los atletas en
el estadio para obtener la suya. No quiere trabajar en vano, se marca bien sus
objetivos y se esfuerza en dar de sí todo lo que puede (24-27).
Hay que evitar la falsa seguridad, no sea que acaezca lo que a los
antiguos israelitas, que perecieron por falta de autodisciplina (10,1-5).
Profética (10,3), lit. "espiritual", como la inspiración y el
lenguaje de los profetas (cf. Ap 11,8).
Aquellos hechos de la antigua alianza, que
anunciaban el bautismo y la eucaristía cristianos, no aseguraron
automáticamente la salvación, por falta de respuesta del pueblo. Atención a la
propia respuesta; cita de Éx 32,6 (6-10). Hay que escarmentar en cabeza ajena y
no cultivar una seguridad irresponsable (11-12). No hay que asustarse ante la
prueba: el amor de Dios hará siempre que haya modo de salir airosos (13).
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